AutoRevista.- Después de casi 30 años de trayectoria, ¿cómo se posiciona EPP Natur en la cadena de valor de la industria de automoción?
Arsenio Hidalgo.- Desde que empezamos a fabricar piezas para primer equipo, nos habíamos centrado en revestimientos de palancas de cambio y frenos de mano. Eran piezas tapizadas en piel, de un alto valor añadido en mano de obra y que, tradicionalmente, viajaban bien. Hace ya unos años, empezamos a diversificarnos dentro de la misma familia de piezas que hacíamos para automoción, intentando incorporar otro tipo de productos. Por la evolución hacia una mayor implantación de coches eléctricos, coches compartidos, los acabados pueden tender a no ser demasiado exclusivos y eso nos llevó a buscar alternativas. Últimamente estamos revistiendo volantes, de los que, en la actualidad, estamos haciendo unas 1.500 unidades diarias. Esta estrategia no hubiera sido posible si no hubiéramos estado implantados en Marruecos, porque se trata de un producto de mano de obra intensiva y el impacto del país de bajo coste es realmente significativo.
AR.- ¿Cómo se sigue diversificando la compañía?
A.H.- En la línea de negocio de volantes hemos crecido muchísimo y prueba de ello es que el 50% de nuestra plantilla está dedicada a este producto desde 2016. También hemos empezado a hacer parasoles, apoyabrazos y seguimos manteniendo diferentes campos de proyección sin entrar en competencia con empresas especializadas, por ejemplo, en asientos, campo en el que por tamaño y capital circulante jamás se no ha ocurrido entrar.
Pienso que seguimos teniendo futuro, aun con las dificultades que se están derivando de la actual crisis. EPP Natur no está apalancada en absoluto, realizando siempre las inversiones con recursos propios. Esto nos ha permitido, en las etapas, complicadas, no tener que recurrir a financiación externa, lo que, en muchas ocasiones, representa serios problemas para muchos negocios en España. También estamos llevando a cabo nuestras primeras acciones en embalajes flexibles para automoción, aunque aún no representan un porcentaje relevante, y también en marroquinería, a partir del conocimiento que tenemos. Estamos esperanzados, teniendo en cuenta que contamos con una plantilla, incluido el equipo directivo, muy estable a lo largo de muchos años.
“EPP Natur no está apalancada en absoluto, realizando siempre las inversiones con recursos propios. Esto nos ha permitido, en las etapas, complicadas, no tener que recurrir a financiación externa”
AR.- Según este planteamiento, la estrategia de equilibrio del negocio entre España y Marruecos ha resultado decisiva en el buen posicionamiento de la empresa.
A.H.- Sí. Y todavía ahora, en los nuevos proyectos, sacrificamos en algunas ocasiones, rentabilidades teóricas o costes por mantener ese equilibrio. Seguimos convencidos de que la especialización de las tareas que venimos realizando en Madrid nos da soporte para ser fuertes en Marruecos, teniendo siempre en cuenta que somos una empresa de tamaño muy pequeño. Pienso que el modelo ha funcionado y no nos hemos desviado mucho de la estrategia que trazamos originalmente.
Por otro lado, hemos logrado un alto grado de especialización en nuestros empleados. Otra clave del éxito, ha sido mantener la españolidad de la empresa, con un 70% de las ventas realizadas desde nuestro país, lo que nos ha permitido mantener una parte de la actividad productiva en España. Gracias a la internacionalización, hemos crecido en algunas áreas y nos hemos estabilizado, manteniendo los puestos de trabajo.
AR.- ¿Cómo se pasa de la dedicación a la piel a la especialización en automoción?
A.H.- Nuestra experiencia, la de mi socio Francisco Fernández y la mía, en el mundo de un producto natural la piel arranca hace más de 30 años. Automoción exige diferencias en cuanto a metodología, criterios de calidad, pero la manufactura en sí tiene mucho en común con la fabricación de otro tipo de productos. En cuanto a evolución, ya existen productos que no son de piel, aunque lo parezcan, y nos hemos ido adaptando a los nuevos materiales que han surgido. Podemos hablar de una transición natural. Como todo empresario siempre hemos querido crecer, siempre hemos pensado que el mercado da más de sí, lo que nos ha llevado a una diversificación, primero de clientes y después de productos. Estamos trabajando sobre proyectos para otras áreas del vehículo que, por el momento, prefiero no comentar.
AR.- ¿A qué tipología de clientes van más enfocados los productos de EPP Natur, OEMs o Tier 1?
A.H.- A nivel estructural, nuestro sitio natural en la cadena de valor es de Tier 2. Es cierto que en alguna ocasión se ha producido el acercamiento de algún fabricante de vehículos, pero siempre hemos intentado que eso se redirigiera a través de un Tier 1. Nuestra genética no está concebida para actuar como proveedor directo, sino para crecer desde nuestra posición. Así es como siempre hemos interpretado nuestra estrategia.
AR.- EPP Natur es una empresa pionera en Marruecos. ¿Cómo se toma la decisión de apostar por ese mercado?
A.H.- Hace 15 años más o menos, observamos que nuestros clientes naturales empezaban a recibir ofertas de países de bajo coste a precios más baratos. Ante esta tendencia, decidimos llevar a cabo un análisis de diferentes países en los que no podíamos implantar y llegamos a la conclusión de que, por logística, por husos horarios, por proximidad, por cercanía histórica, debíamos intentar proyectar nuestro negocio en Marruecos. Empresas del sector de automoción de pequeño tamaño que decidieron implantarse en Marruecos había muy pocas cuando nosotros llegamos. Hay que decir que no desmantelamos ni un ápice de nuestra organización en España hasta que tuvimos nuestra capacidad productiva consolidada. Fuimos aprendiendo del país, de los puntos fuertes y débiles que tenía para nosotros, e indiscutiblemente vimos las oportunidades hasta el punto de que actualmente entre un 70% y un 80% de nuestra capacidad se encuentra en Tánger.
“Seguimos convencidos de que la especialización de las tareas que venimos realizando en Madrid nos da soporte para ser fuertes en Marruecos”
AR.- Desde su experiencia, ¿cómo ha evolucionado el peso específico de Marruecos como actor global de la industria de automoción?
A.H.- Es indiscutible que con la implantación del Grupo PSA y la expectativa de crecimiento de producción del número de vehículos, Marruecos es un país en el que hay que estar de forma ineludible, si bien hay que tener una cierta masa crítica. Cuando nos implantamos, no lo hicimos con intención de fabricar para el mercado local. Sin embargo, actualmente ya estamos haciendo piezas para el mercado marroquí. A nivel global, ya es un país de referencia en el que hay margen de crecimiento en el que las tecnologías más avanzadas aún tardarán un tiempo en venir.
AR.- La ecuación de EPP Natur en España-Marruecos quedará limitada a este binomio geográfico o se podría hablar de alguna posible nueva implantación geográfica.
A.H.- Hace unos meses, hemos estado indagando otros mercados y hemos llegado a la conclusión de que, por razones de gestión y masa crítica, no lo vemos factible. Hemos recibido invitaciones por parte de diferentes clientes para instalarnos en algún país del este de Europa, pero lo hemos descartado. Por nuestra filosofía, tenemos que recuperar las inversiones en un proyecto relativamente corto.
“Pienso que el modelo ha funcionado y no nos hemos desviado mucho de la estrategia que trazamos originalmente”
AR.- ¿Hay posibilidades de ampliar la plantilla existente en las dos localizaciones?
A.H.- Ahora mismo contamos con un equipo de unas 360 personas entre España y Marruecos, cifra que se ampliará hasta los 400 a final de año. Tenemos un plan de incorporación de 50 nuevos trabajadores en Marruecos y siempre que experimentamos un crecimiento en este país, se nos crea un poco más de necesidad en España. El crecimiento de allí se replica siempre en España. Para 2021, preveo que podamos llegar a contar con 450 o 460 personas.
AR.- ¿Qué representa la implantación de Marruecos en cuanto a potencial exportador?
A.H.- En tornos al 60% de la producción se importa desde España, se transforma en Marruecos y se reenvía a España para su distribución a todo el mundo. El otro 40% se distribuye directamente desde Marruecos. El 98% de nuestro producto se integra en un vehículo fabricado fuera de Marruecos.
AR.- ¿Cuál es la imagen que los clientes perciben de EPP Natur?
A.H.- Pienso que nuestros clientes saben que somos lo que se podría denominar un proveedor de desarrollo estable. Estudiamos cada pieza proponiendo soluciones de factibilidad. Si hay que comprar moldes de inyección, lo hacemos para dar la solución más adecuada. Estamos totalmente comprometidos con la calidad, siempre conscientes de los problemas que plantean el tipo de piezas que fabricamos, que son de estilo. Máxime cuando en automoción se aplican requisitos propios de componentes de plástico o mecanizados a piezas de un producto natural como es la piel. Pienso que además de la calidad, ofrecemos un magnífico servicio, que priorizamos ante cualquier otro factor.
“Estamos totalmente comprometidos con la calidad, siempre conscientes de los problemas que plantean el tipo de piezas que fabricamos, que son de estilo”
A Arsenio Hidalgo siempre le había hecho ilusión emprender algún proyecto personal. “Me atraían los sectores primario y secundario, sobre todo agricultura e industria. Cuando empiezo a trabajar por cuenta ajena, la primera etapa estuvo orientada a consolidar mi formación. Entré a trabajar en un grupo que se dedicaba a fabricar mobiliario en piel y, a partir de ahí, observo una posibilidad que tenía que ver, en principio con el aftermarket, en el sector de automoción. Había un nicho de tapizado en piel en una época en que los fabricantes y los importadores tenían que esperar mucho tiempo para acceder a esta opción. Veo la oportunidad en el nicho de ofrecer un acabado igual al de los vehículos que venían de fábrica, pero hecho en España a un coste más reducido y, además, permitía circularizar mejor los stocks a los concesionarios”.
“Fuimos creciendo y en 1992 decido emprender el negocio de lo que hoy es EPP Natur, teniendo en cuenta que el primer coche que tapicé fue en el garaje de la casa de un amigo. Fuimos valientes, hemos tenido suerte y ayuda, y, sobre todo, un equipo que ha confiado en que lo queríamos hacer tenía lógica. Crecimos bastante y cuando llegamos a tapizar 1.000 coches al año, comprendimos que teníamos saturado el mercado. Con la entrada de un mayor número de dispositivos electrónicos en el vehículo y el abaratamiento de los productos de piel en el recambio por el cambio de calidades, decidimos dar el salto al primer equipo”.
El empresario español subraya que “hemos crecido a la sombra del mercado. Al principio, un accesorio en piel se reservaba para el alto de la gama de un vehículo. Cuando se nos adjudicaba un proyecto, en nuestros comienzos, que nos encargaran 17.000 unidades nos parecía un mundo y en 2019, hemos superado los tres millones de piezas, que se han incorporado a otros tantos coches. ¿Hemos sido muy buenos? No, el mercado ha ido creciendo y ha ido incorporado en las diferentes gamas, con independencia del acabado, determinados componentes que EPP Natur podía revestir”.
El cambio de la denominación original de División Natur a EPP Natur tiene que ver con el accionariado de la compañía. “Al principio emprendí el proyecto en solitario y, posteriormente, entró una persona de muchísima experiencia en el mundo de la piel, como es mi socio Francisco Fernández. De cara a nuestra proyección a Marruecos, decidimos constituir la sociedad Elaboración de Productos de la Piel (EPP), manteniendo Natur por la denominación original. En Marruecos, la sociedad es EPP Natur Maroc. División Natur, como tal, sigue existiendo”. Arsenio Hidalgo lamenta que “por motivos de mi trabajo, mis hijos no me hayan visto todo lo que yo hubiera querido”. También se declara un apasionado del golf que práctica “en cuarto surge la ocasión”
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