Esta Fiat e-Doblò, en una de las pasadas por nuestro recorrido de pruebas, casi batió el récord de consumo de cuantos vehículos eléctricos hemos probado. Y aunque finalmente no lo logró, lo cierto es que las sensaciones fueron muy satisfactorias. De este modo, la consideramos ganadora también, ya que las diferencias de décimas están motivadas por la variabilidad de este tipo de mediciones.
Todos pensábamos que la apuesta de Stellantis por la electrificación sería más progresiva. Y aun teniendo las versiones térmicas el mayor volumen, el compromiso con la electrificación se traduce en una mejor experiencia y conocimiento de la tecnología. Así, las evoluciones y actualizaciones incrementarán su eficiencia y rapidez.
Si hablamos de carrocería, esta furgoneta posee un diseño similar al de sus primas, con una diferencia: el frontal se distingue por el estilo de Fiat, con su nuevo parachoques, en el que desaparece la rejilla superior y se otorga más protagonismo a las letras de la marca. La sensación que transmite: parece un vehículo más grande de lo que realmente es.
En cuanto a los laterales, aparentemente tienen marcados los pasos de rueda y las molduras, pero de forma muy sutil y con leves relieves en la chapa. Y digo aparentemente, ya que aunque a primera vista parecen muy marcados, si uno se fija con detalle en realidad son muy suaves.
Subirse al puesto de conducción resulta muy cómodo. La puerta es amplia y el espacio a bordo se puede considerar más que suficiente. De hecho, la posición de conducción se puede calificar de excelente y se acerca mucho a la de un coche. Si bien la altura entre la banqueta del asiento y el suelo de la furgoneta queda ligeramente más elevada, lógicamente.
Nada que ver con las furgonetas antiguas, en las que la posición del conductor se acercaba más a la de un camión que a la de un turismo. Y es que el mecanismo de regulación del volante y los asientos permite buscar una posición cómoda para hacer viajes largos. También para desempeñar trabajos de reparto de paquetería, que requieren estar constantemente subiendo y bajando del vehículo.
Por su parte, los asientos, sencillos, cuentan con un tapizado resistente al desgaste y de fácil limpieza. El mullido es suave pero firme, ya que bajo la primera capa (que se adapta al cuerpo) se encuentra una espuma más sólida que evita que se adopte una postura forzada para la espalda.
Por su parte, la sujeción lateral es escasa. Algo lógico en caso de que el trabajo a desempeñar requiera subir y bajar constantemente del vehículo, pues demasiada sujeción lateral podría resultar inconveniente para esta tarea.
En relación al tablero de instrumentos, combina diferentes plásticos de distintos espesores con acabados superficiales perfectamente ajustados entre sí que lo hacen parecer robusto. Este diseño permite además que el envejecimiento del conjunto resulte adecuada y evita la aparición de los típicos “grillos”.
Esta furgoneta no cuenta con la tecnología i-Cockpit de Peugeot y la instrumentación no se aloja en una posición más alta (como sucede en los Partner y Rifter). En la eDobló los relojes se ven a través del volante, como es tradicional.
Otro punto a destacar se encuentra en el asiento del copiloto abatible. Levantando la banqueta, se esconde un hueco para alojar el cargador y el cable de carga. Y en el suelo, bajo los pies del acompañante, tras una pequeña tapa, hay un espacio que alberga el kit antipinchazos, el compresor y el gancho de remolque. Con ello, la zona de carga queda limpia.
La zona de carga se caracteriza por ser muy regular y está bien aprovechada. Se accede mediante dos puertas traseras de 180º de apertura y a través de una puerta derecha deslizante. En esta última la anchura del hueco efectivo se reduce respecto a la puerta en sí.
Esto se debe a que el panel que separa la cabina y la zona de carga va desplazado hacia atrás y reduce ligeramente la distancia. No supone un problema, pero, en caso de tener que cargar un paquete voluminoso, habría que hacerlo por la parte trasera. En cuanto a la altura de la zona de carga, correcta, permite dejar y recoger las cosas sin forzar la espalda.
Un punto a mejorar de esta Fiat e-Doblò, y en esto me gustaría hacer bastante hincapié: no dispone de ningún panel protector en la zona de carga, y tampoco en el suelo (donde lo habitual es que traigan una alfombrilla), ni en los laterales. La marca debería incorporarlos.
Visualmente y dado el color blanco de la unidad de pruebas a la que AutoRevista ha tenido acceso, se aprecia muy luminosa. Aunque hay que decir que este color es un arma de doble filo, pues el duro trabajo del día a día desemboca en un claro deterioro de la pintura y, por ello, al poco tiempo la furgoneta podría parecer un vehículo descuidado, aparentando tener más marcas de uso que las reales.
La e-Doblò cuenta con un motor de 100 Kw (136CV) utilizado en otros vehículos del grupo, incluso en modelos de mayor tamaño. El par máximo corresponde a 260 Nm desde cero revoluciones, como sucede en los motores eléctricos. La caja de cambios, de una velocidad, es más bien un reductor de revoluciones (el motor eléctrico trabaja a muchas más revoluciones que un motor diésel).
En relación a la capacidad de la batería, alcanza los 50 kWh y la marca garantiza el 70% de su capacidad tras 160.000 km de uso, o tras ocho años. Para recargarla se utiliza un conector tipo 2 o un CCS, dependiendo de si se quiere hacer una carga rápida o una acelerada. La autonomía homologada en ciclo WLTP corresponde a 280 Km.
Los consumos obtenidos: en carretera: 16,1 kWh a una media de 67,5 km/h; y en ciudad 12 kWh a una media de 22,5 km/h. Estos datos hacen ver que en un entorno urbano podría llegar hasta los 400 km (en la teoría). Pero en la práctica el propio sistema no deja apurar la batería, y como esta medición se hizo sin ningún tipo de lastre, en condiciones operativas se quedaría en unos 300 km reales.
Esta furgoneta se comporta de forma excelente debido a su bajo centro de gravedad (a causa del peso de las baterías, que está concentrado en el centro y en la parte baja del vehículo). La suspensión transmite una sensación confortable y firme para que rodar con carga no sea un problema. Las oscilaciones se neutralizan muy bien.
Por otra parte, para el peso del vehículo, la medida del neumático es perfecta. Si se conduce con intensidad, se nota un ligero deslizamiento del eje trasero, aunque muy progresivo. Nos avisa de que vamos por encima de lo racional; lo que es de agradecer, ya que no pone al conductor en apuros.
En cuanto a la dirección y los frenos, están al nivel de lo que se espera de un vehículo como este. Los frenos de servicio responden muy bien y detienen a la Fiat e-Doblò sin problema. Como apoyo al sistema primario de frenos existe el modo regenerativo del motor eléctrico, con una capacidad de retención importante.
Y cuando se circula en ciudad o en carretera bajando un puerto se puede activar el modo B. De esta forma, prácticamente se elimina el uso del pedal de freno y se recarga energía, lo que posteriormente ayudará a aumentar la autonomía y la vida de los frenos. Cabe destacar que es necesario saber regular bien la capacidad de retención, puesto que si se suelta el acelerador muy rápido se muestra un poco brusca.
Se trata de un vehículo bien construido, con materiales de una calidad correcta, equipamiento completo y un sinfín de detalles que lo hacen muy atractivo. La conducción resulta muy agradable por el tacto de la dirección y también por la precisión que transmite su dinámica.
Aerodinámicamente, silencioso. Tan solo se escucha un ligero zumbido proveniente de los espejos retrovisores y de la rodadura en caso de que el asfalto sea muy rugoso. No obstante, en ningún momento resulta molesto, si bien requiere de elevar el volumen de la voz para mantener una conversación.
Hablamos de cómo varias marcas abordan un mismo vehículo. Las diferencias son la política de equipamientos y los leves rasgos estéticos de cada modelo, por lo que en conjunto si podemos decir que es un vehículo interesante si responde a lo que necesitamos.
¿Qué podría decantar la balanza por un modelo de esta marca o por otro de otra marca del grupo? Pues las ofertas comerciales, las condiciones de pago, el servicio técnico de la zona de residencia en cuestión o la tasación de nuestro usado en la operación.
Otro rasgo que podría condicionar la decisión de compra es el i-Cockpit, con detractores por un lado, y muy alabado por otros. Si supone un problema, la Fiat e-Doblò es adecuada, puesto que la posición de conducción es la tradicional.
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