AFIA analizó los retos de la industria de automoción portuguesa

AFIA, Asociación de Fabricantes de la Industria del Automóvil, celebró, el 17 de noviembre, en el Museo Vista Alegre, en Ílhavo, el X Encuentro de la Industria del Automóvil, que reunió a más de 200 empresarios y representantes del sector. José Couto, presidente de AFIA, abrió la sesión destacando las principales preocupaciones del sector y las dificultades a las que se enfrentan las empresas. El presidente de AFIA subrayó que la industria del automóvil sufre la situación actual, que se ve agravada aún más por el aumento de los precios de los combustibles y los costos logísticos que afectan significativamente a este sector.

En su discurso de apertura, José Couto también alertó sobre el hecho de que tenemos empresas que «tienen que encoger la capacidad de producción, desprenderse de recursos humanos, buscar financiación para cumplir compromisos…» Por eso es más que urgente «apoyar a las empresas, evitando que pierdan activos y habilidades que fueron capaces de acumular durante años y que nos diferencian de nuestros clientes».

Tras la intervención de José Couto, Pedro Pêga, de la dirección de AFIA, realizó una breve caracterización de la industria de componentes de automóvil, que «ha revelado un desempeño superior al de la producción de automóviles en Europa». Según datos presentados por Pedro Pêga, el sector emplea directamente a 62.000 personas distribuidas entre 350 empresas. Entre 2015 y 2019, esta industria creció a una tasa del 8.1% anual, que se compara con un crecimiento anual promedio de solo + 0.1% en la producción de automóviles en Europa. Pedro Pêga también mencionó que el 98% de los modelos de automóviles producidos en Europa tienen componentes Made in Portugal. "El desempeño en 2020 y 2021 continúa demostrando la competitividad y la resistencia de la industria de componentes para automoción", agregó.

Pedro Siza Vieira, ministro de Economía, constató que el sector enfrenta desafíos muy importantes y que "requiere una atención especial por parte de los responsables de la toma de decisiones públicos y empresariales".  Siza Vieira manifestóque la movilidad eléctrica requerirá, desde el punto de vista de la producción de vehículos, menos mano de obra, menos componentes. En sus palabras, "este desafío es probablemente más significativo y más importante que el desafío a corto plazo al que nos enfrentamos ahora", dice.

Desde una perspectiva internacional, a esto le siguió la intervención de Thorsten Muschal, presidente de CLEPA (Asociación Europea de Proveedores de Automóviles), que reúne a más de 120 proveedores globales de piezas, sistemas y módulos de automóviles y 20 asociaciones comerciales nacionales y europeas en el sector. Según Thorsten, el sector está cambiando y esta transformación se traduce en una reestructuración y cualificación de la población activa, un enfoque constante en la innovación y la búsqueda de combustibles alternativos.

Desde la Agencia Portuguesa de Inversión y Comercio Exterior, AICEP, Francisca Guedes de Oliveira se mostró optimista, ya que «a pesar de la pandemia, en 2021 ya hay alguna recuperación positiva». En cuanto al sector de componentes de automoción, Francisca Guedes de Oliveira destaca “la competitividad de las empresas portuguesas en el sector de la automoción (…). Ahora vale la pena ir más allá y diversificar los mercados de destino de las exportaciones del sector ”, agrega. De cada 100 coches producidos en Europa, 98 tienen componentes fabricados en Portugal.

Después comenzó el  panel, titulado “Macrotendencias de la industria del automóvil”, con la participación de Nelson Fontainhas de Deloitte, Jorge Rosa, del clúster portugués Mobinov y la moderación de Pedro Ramalho, de AFIA. Para Nelson Fontainhas, la transformación digital ha impactado no solo en la industria del automóvil sino también en todos los sectores de la sociedad. De hecho, "la industria 4.0 sirve como motor de la digitalización de la industria y el seguimiento de las tendencias tecnológicas". 

La transformación digital es esencial para la competitividad de la industria, pero requiere altos niveles de inversión en las oportunidades adecuadas. En cuanto a la transición energética, ésta requerirá cambios estratégicos por parte de las empresas y la consecuente adaptación de los productos de los proveedores. “Ante la nueva dinámica, las empresas deben revisar su portafolio de productos y reposicionarse para aprovechar los segmentos más atractivos, lo que implica atraer nuevos talentos y capacidades en estas áreas”, dice. Finalmente, ya pesar de las dificultades que la pandemia trajo a la industria del automóvil “con una caída abrupta de la demanda, aceleró algunas tendencias emergentes. Por otro lado, las limitaciones creadas a nivel de capital tendrán un gran impacto en las empresas más frágiles », advirtió Nelson Fontainhas da Deloitte.

En la sesión de tarde, llegó el momento de escuchar testimonios y conocer los principales retos empresariales de algunas de las empresas del sector. Hugo Silva, de BorgWarner, João Brandão de ERT Têxtil, Luís Febra, de Maxiplás y Filipe Moutinho da Sodecia, moderado por Jorge Castro, coincidieron en el camino a seguir en este momento. A pesar de las incertidumbres, es la apuesta por la innovación y el desarrollo de nuevos productos, la sostenibilidad energética y la cualificación de los recursos humanos lo que apoyará la recuperación del sector.

José Couto concluyó señalando que “lo importante aquí es entender exactamente cuáles son los retos de futuro para la industria de componentes de automoción y cómo vamos a reaccionar, qué tipo de inversiones tenemos que hacer. El futuro ya es mañana y es importante darse cuenta de que todos vamos por el mismo camino, trabajando en los tres ejes aquí definidos: desarrollo tecnológico, transición medioambiental, pero también muy importante en la cualificación profesional ».