El apoyo a la inversión será clave para una transición de movilidad exitosa

Los últimos años han sido un reto para el sector de la automoción, que tiene que gestionar la transición verde y digital, a pesar del impacto de la pandemia, la devastadora guerra en Ucrania, la escasez de la cadena de suministro, la volatilidad de los precios, las medidas proteccionistas en el extranjero y el riesgo de un recesión. Aun así, la industria ha demostrado una gran resiliencia y continúa invirtiendo y ofreciendo una movilidad neutra en carbono. No hay una bola de cristal, pero sí serán importantes tres factores para el próximo año.

Tres tendencias del mercado que dan forma al industria de proveedores de automoción.

1 - Los responsables políticos deben apoyar las inversiones de la industria en innovación y fabricación en la UE.

Los proveedores de automoción, que proporcionan más del 70 % del valor de un vehículo y brindan la innovación para una movilidad climáticamente neutra, son esenciales para el éxito de la transición verde. A pesar de los desafíos actuales, como el acceso a las materias primas, el aumento de los costes de la energía, la mano de obra y el transporte, los proveedores han reducido los costos y han mantenido las inversiones en I+D: actualmente, más del 55 % de la I+D en la industria automotriz está financiada por los proveedores.

Sin embargo, el 70% de los proveedores vieron caer su rentabilidad a niveles que podrían comenzar a socavar su capacidad para invertir en I+D, mano de obra y nuevas actividades comerciales. Esto pone en peligro las inversiones necesarias de los proveedores que son esenciales para el futuro de la industria. En 2023, la acción reglamentaria y el apoyo financiero público serán cruciales para mantener la posición de liderazgo mundial de la UE y garantizar un futuro más fuerte y más verde.

2 - La energía y el suministro de materiales siguen siendo factores de incertidumbre.

Los precios del gas en la UE continúan siendo significativamente más altos que los niveles previos a la pandemia y cinco veces más altos que en los EE. UU., a pesar de las recientes caídas de precios. Esto, junto con una inversión pública significativa en los EE. UU., podría socavar el caso comercial para invertir en la UE. Los retrasos en la producción y una recuperación de COVID-19 en China podrían respaldar la demanda mundial de vehículos, pero también podrían crear escasez de GNL, un riesgo para los suministros de energía europeos hacia el invierno.

Los precios y la disponibilidad de las materias primas son preocupaciones continuas hasta 2023. Es probable que la demanda de materias primas para baterías supere la oferta, lo que aumentará los precios y retrasará el plazo para la paridad de costos de EV e ICE. Un nuevo aumento en los costos de la energía podría socavar aún más las industrias que consumen mucha energía en Europa y provocar problemas locales en el abastecimiento de acero, aluminio y productos químicos.

La industria no puede absorber costes tan altos a largo plazo, especialmente frente a la competencia de otros mercados importantes como China y EE. UU. Se necesita acción política para evitar nuevas dependencias de las importaciones y garantizar el acceso a energía y materias primas asequibles. Todos los portadores de energía tienen un papel que desempeñar.

3 - Los niveles de producción no alcanzarán niveles como antes de la pandemia, la competencia por la participación en el mercado de vehículos eléctricos se vuelve más dura.

A fines de 2022, los retrasos en la producción aún duplicaban el promedio y los inventarios se mantienen inusualmente bajos. Las previsiones muestran que la producción dentro de la UE crecerá hasta un 5% en comparación con 2022. Aún así, los volúmenes de producción de alrededor de 13,9 millones de vehículos aún están lejos de los niveles previos a la pandemia. En 2023, casi el 45 % de los vehículos nuevos serán eléctricos (incluidos los híbridos suaves). Se espera que los volúmenes de producción de vehículos eléctricos a batería crezcan un 50%, alcanzando un nivel de producción cercano a los dos millones de vehículos.

La pregunta es, ¿cuántos vehículos eléctricos se fabricarán en Europa? Los fabricantes de vehículos chinos y estadounidenses presentan un desafío cada vez más competitivo. Los altos costos de producción en comparación con otras regiones también podrían significar la reubicación de plantas fuera de la UE. Es imperativo que mantengamos la igualdad de condiciones a nivel mundial para, en última instancia, acelerar la descarbonización en el sector del automóvil de la UE.

Se necesita un enfoque holístico para alcanzar la movilidad climáticamente neutra

La política industrial y la adopción del paquete Fit for 55 dominarán la agenda política en 2023. CLEPA continuará subrayando que la transición verde y digital solo puede lograrse si los legisladores establecen las condiciones marco adecuadas. 2023 requerirá un replanteamiento de la política industrial, incluidas las normas de ayuda estatal y un uso más inteligente de los fondos públicos en toda la UE, pero también un progreso concreto en la entrega de infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible y garantizar el acceso a la financiación y los datos para los proveedores de automóviles. El futuro de la UE como potencia en la fabricación de automóviles no se asegurará formulando objetivos ambiciosos únicamente en materia de regulación.