Después de la efervescencia de la puesta de en marcha de la megafactoría de Tánger de la Alianza Renault Nissan en 2012, la industria de automoción marroquí aparenta haber atravesado una etapa valle en el último lustro. La evolución se ha desarrollado de una manera más discreta durante los últimos años, si bien en el 2017, ya concluido, ha vuelto a incrementar su velocidad.
Una de las causas es, naturalmente, la cuenta atrás para el inicio de las actividades del Grupo PSA en fabricación vehículos y motores en su nueva planta de Kenitra a partir de 2019. Tras el histórico anuncio, realizado en junio de 2015, de implantación industrial en el país, se está produciendo un considerable aumento de implantaciones de empresas proveedoras. De las 26 nuevas plantas de suministradores que se pondrán en marcha a corto plazo, la mitad se encuadran en el denominado ecosistema Grupo PSA.
Marruecos, sin duda, querrá ver en la denominación del constructor chino BYD (Build your Dreams, Construye tus sueños) sus posibilidades de futuro
Además del contexto favorable propiciado por los dos constructores franceses (con un potente volumen exportador de modelos Dacia hacia Europa desde Tánger y Casablanca), el año 2017 se cerró con una magnífica noticia para un país que aspira a fabricar un millón de unidades en 2020.
El anhelado tercer constructor llega a Marruecos a través de un constructor de automóviles chino, que colocará una factoría estratégica en un enclave muy próximo a los mercados europeos. En efecto, el acuerdo del Reino de Marruecos con BYD, una referencia global en la fabricación de vehículos eléctricos de todo tipo, no solo turismos, constituye un espaldarazo formidable para el país norteafricano.
En el caso de este constructor, el valor añadido procede de la futura fabricación de vehículos marcados por una de las grandes tendencias que está redefiniendo la industria de automoción a escala global: la electrificación. Además, su presencia está influyendo, en alguna medida, en el desembarco de proveedores de nacionalidad china en el país. Marruecos, sin duda, querrá ver en la denominación del constructor asiático sus posibilidades de futuro. BYD es el acrónimo de Build Your Dreams (Construye tus sueños).
La progresión de la industria de automoción marroquí en el medio plazo (habrán de transcurrir al menos cinco años para comprobar el efecto conjunto de la actividad de la Alianza Renault Nissan, Grupo PSA y BYD) invita a la reflexión. Recientemente, Carlos Tavares, presidente del Grupo PSA, manifestaba que una planta de reconocida competitividad como Vigo tendrá que medirse a las factorías radicadas en África, lo que puede ser extrapolable a otras fábricas de vehículos europeas y españolas.
Marruecos abandera la irrupción del norte de África en el contexto internacional de la industria de automoción con el desarrollo de una cultura que la proximación aportación del Grupo PSA y de BYD irá enriqueciendo.
De forma más incipiente progresa Argelia que, a otra escala, con plantas de montaje de vehículos despiezados, trata también de ir definiendo su posición en el sector. Renault también dio el primer paso en este país, en el que SEAT comanda un proyecto industrial que implica a otras marcas del Grupo Volkswagen. El Grupo PSA también ha optado por localizar una unidad productiva en el país, a través de una joint venture con tres socios locales.
De la mano de alrededor de 400 firmas expositoras, tanto nacionales como internacionales, los profesionales asistentes al encuentro podrán adentrarse en un completo recorrido por la fabricación avanzada.
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