Renault Arkana, cambiando de perspectiva

El Arkana de Renault llegó al mercado casi casi sin hacer ruido y se ha convertido en un éxito de ventas ya desde el primer mes que se puso a la venta, compitiendo de tú a tú con los híbridos japoneses que se habían hecho los dueños del mercado.

Una de las claves del éxito es su “contenido” precio, sobre todo, en un momento en el que el precio de los vehículos está al alza y que todavía subirá más. Otro de los puntos que nos ha sorprendido del coche es su funcionamiento y, en especial, su comportamiento dinámico que, en ningún momento, da la sensación de que llevemos un coche del tipo SUV. Es preciso y firme en la conducción.

El Arkana presenta la nueva imagen de marca estrenada en el Mégane. Sus rasgos son muy similares y claramente se le identifica al verlo por la calle con un Renault. Su carrocería ligeramente elevada, le hace parecer mucho más grande, ya que sus 4,56 metros de longitud lo dejan en el tamaño de una berlina media.

El frontal es muy sugerente, los faros de marcha diurna en forma de C resultan muy atractivos y la parte inferior del parachoques con la gran rejilla y el bigote a modo de alerón le proporcionan vistosidad. Observado de perfil, se nota que la trasera parece desinflarse, mientras la parte delantera se muestra voluminosa lo que transmite sensación de solidez y robustez.

Las puertas de acceso resultan de un tamaño perfecto en la parte delantera y un poco justas en altura en la parte trasera. Un punto a su favor y que sorprende es el ajuste de las puertas en el momento de cerrar. Este ajuste es propio de una marca Premium alemana, ya que cuando rodamos y tratamos de meter los dedos entre la puerta y la moldura, nos resulta imposible por lo que en ningún momento se percibe el zumbido del aire.

Un aspecto en el que cabe una calificación de 11 sobre 10 es en la iluminación

El acceso al maletero es excelente; tiene un portón de gran tamaño que levanta muchos grados por lo que una persona de elevada estatura, podrá colocar o retirar las maletas del maletero sin riesgo de golpe con la cabeza en la parte baja de dicho portón. El volumen del maletero es de 480 litros si bien, queda un poco reducido por la ubicación de la rueda de repuesto en su doble fondo. Un punto a mejorar sería la incorporación de un limpiaparabrisas en el cristal trasero ya que, al ir muy horizontal, con lluvia o, simplemente con el rocío de la noche, nos reduce la visibilidad.

Puesto de conducción con imagen deportiva

El puesto de conducción y, en general, los interiores destilan un aspecto muy deportivo. Combina materiales diferentes que acrecientan esa impresión si bien, los elementos plásticos del cuadro de mandos en su parte inferior quizá sean demasiado sencillos. Como ejemplo, cuando actuamos sobre la palanca de cambio o, el pulsador del freno de mano, se percibe sensación de hueco, y el sonido sorprende porque la calidad percibida en general es superior. Los plásticos de la parte superior, tanto del cuadro de mandos como de los paneles interiores de las puertas, disponen de un recubrimiento acolchado de imitación a cuero, el cual traduce un entorno acogedor. Sorprende la verticalidad de la luna delantera. La parte superior del tablero de instrumentos es más pequeña de lo que se estila hoy, lo que influye en una mejor visibilidad a la hora de girar las rotondas por ejemplo, ya que el pilar A del cristal delantero no reduce visibilidad.

Los asientos visualmente son muy espectaculares gracias a la combinación de diferentes tejidos si bien, la sujeción lateral, sobre todo en la banqueta resulta muy escasa y en conducción deportiva podría faltar algo de sujeción..

En cuanto a la posición de conducción, la regulación del volante y del asiento permiten encontrar con rapidez la postura en la que nos encontremos a gusto. El diámetro del volante, el un grosor del aro y un tapizado en cuero con un acolchado hacen que su manejo sea muy agradable.

La visibilidad es excelente hacia adelante, así como lateralmente, pero si miramos hacia atrás, y sobre todo en diagonal para aparcar, es preferible que nos apoyemos de los espejos retrovisores o de la cámara de marcha atrás. También, podremos utilizar el sistema de aparcamiento asistido de funcionamiento excelente ya que, en varias situaciones en las que fue sometida a prueba, resolvió la maniobra con precisión.

El puesto de conducción y, en general, los interiores destilan un aspecto muy deportivo

En la parte trasera, hay espacio holgado para tres personas, si bien, lo ideal es que vayan dos si el trayecto va a ser largo. Sentarse en la parte trasera es algo que las personas que tengan la movilidad un poco reducida o limitada agradecerán, ya que la banqueta está en una posición muy alta y eso evita la necesidad de agacharse. Una vez dentro, es cómodo, pero la altura es escasa para una persona que supere los 180 centímetros de estatura, siendo, lateralmente estrecho para la cabeza.

La pantalla multifunción ofrece una magnífica resolución se puede configurar con accesos directos según nuestras preferencias como si de un móvil se tratase. El funcionamiento del sistema posibilita cambiar de pantalla casi de forma inmediata. El funcionamiento del navegador es preciso y nos conduce al destino sin complicaciones.

Comportamiento R.S.

Con una estabilidad en marcha sobresaliente, la dirección del Arkana es muy fluida, con apenas 2,5 vueltas entre topes lo que hace que su conducción sea muy ágil. La suspensión está muy bien calibrada con un grado de dureza perfecto para mantener la carrocería controlada, pero sin castigar a los ocupantes. Los pasos por curva se realizan a velocidades altas como si el Arkana fuese sobre raíles. No hace ni el más mínimo gesto de perder la compostura ni salirse de la trazada, no hay rebotes ni movimientos que nos hagan sentir miedo.

Los frenos proporcionan un excelente comportamiento, con un tacto un poco blando inicialmente que nos ayuda a regular, sobre todo si vamos en tráfico urbano con lo que ganamos en suavidad de conducción, pero si pisamos más, se nota el mordiente de sus pastillas y su frenada, que puede ser contundente.

Acústicamente está bastante bien aislado si bien, a la hora de subir un puerto, el motor tiene que empujar con fuerza y, a altas revoluciones, lo podemos oír a más volumen de lo que desearíamos pero en ningún momento, es molesto y desagradable.

Veni, vidi, vici

El sistema híbrido, similar al de su hermano, el Clio, consta de dos motores eléctricos y uno de gasolina. Uno de los motores eléctricos sirve para impulsar al vehículo y el otro, de menor potencia, se utiliza para arrancar el motor de gasolina. El acople de todos ellos resulta excelente, siendo la transición de uno a otro imperceptible.

Sus consumos, como sucede a este tipo de vehículos, se reducen en ciudad que en carretera y, en el caso de la ciudad, si las circunstancias no nos son desfavorables, podemos sacar medias de consumo de 2,9 l/100Km como obtuvimos en uno de nuestros recorridos de pruebas. Lo normal en ciudad es estar en torno a los cuatro litros. En carretera, si el terreno se complica se mueve entre los 10 y 12 l/100 km, pero promediando en nuestro habitual recorrido de pruebas, estamos ligeramente por debajo de los 4,5 l/100Km.

Los pasos por curva se realizan a velocidades altas como si el Arkana fuese sobre railes

Un aspecto en el que se le puede calificar con un 11 sobre 10 se encuentra en la iluminación. Los faros LED inteligentes ofrecen altas prestaciones, tanto por el campo de iluminación que abarca como por su funcionamiento en modo automático para cambiar de cortas a largas y viceversa. Identifica muy bien las situaciones del tráfico y, en una ocasión que tuve que actuar yo sobre el sistema, el resto de veces, siempre lo hizo el cambio de luces de forma correcta.

En suma, estructuralmente se trata de un coche muy robusto, con una carrocería muy fuerte y unas suspensiones perfectamente puestas a punto. Esto es una base muy buena para luego, hacer el coche. La estrategia de Renault se ha centrado en construir una plataforma solvente que permite unas formas de carrocería atractivas y luego, el interior, en este caso, hacerlo de unos plásticos más sencillos, pero que han sabido combinarlos para conseguir, sin grandes inversiones interiores tener un producto capaz de plantar cara a cualquier marca y ser el líder de ventas como se está viendo con este coche. Su competitivo precio constituye un argumento de venta muy bueno ya que, nuestra unidad de pruebas, con el acabado R.S. Line, el más alto de gama, se puede adquirir por unos 32.000 euros.