Mazda desarrolla innovaciones estratégicas hacia un futuro electrificado

Mazda Corporation ha publicado su estrategia para un futuro electrificado. Además, ha redoblado su compromiso de fabricar coches divertidos de conducir para una base internacional de clientes. Con motivo de una sesión informativa sobre su enfoque multisolución, celebrada en Tokio, Masahiro Moro, presidente y consejero delegado de Mazda, acompañado por varios miembros de su equipo de dirección, ha anunciado tres aspectos esenciales de sus políticas de gestión 2030, que ayudarán a la empresa a desenvolverse con flexibilidad en la era de la electrificación.

Estrategia de optimización de activos

Con el objetivo de mejorar su competitividad, Mazda tiene intención de optimizar sus inversiones en baterías y otras áreas recurriendo a colaboraciones y acuerdos de asociación. Con ello, las inversiones previstas, por valor de dos billones de yenes (unos 13.300 millones de euros), se reducirán a aproximadamente 1,5 billones de yenes (en torno a 10.000 milones de euros). Mediante el aprovechamiento de los recursos existentes y el establecimiento de asociaciones sólidas, Mazda confía no solo en mantener su calidad y capitalizar la experiencia sino, además, en reducir costes en áreas como la arquitectura eléctrica/electrónica, los sistemas híbridos y la gestión térmica y de las baterías. Este planteamiento ya ha cosechado éxitos notables, como la asociación con ChangAn Automobile y con otros socios tecnológicos, como Toyota, Denso y Blue Nexus.

Mazda continuará comercializando las motorizaciones más adecuadas para cada mercado, con la vista puesta en ofrecer a sus clientes experiencias de conducción extraordinarias de cara al futuro. De acuerdo con esta estrategia, equipará sus vehículos con las motorizaciones más idóneas: motores de conducción interna, sistemas híbridos o vehículos eléctricos de batería; adaptadas a los distintos entornos de conducción y a las necesidades de sus clientes.

Mazda Monozukuri Innovation 2.0

A la vista de la rápida progresión de las tecnologías de inteligencia artificial y de la aparición de productos cada vez más complejos, Mazda hará evolucionar sus procesos de desarrollo, articulándolos en torno a modelos, con el objetivo de mejorar la flexibilidad, la eficacia y la rapidez. Mazda espera obtener mejoras importantes en su eficacia operativa para el año 2030, como resultado de la combinación de motores de combustión interna y tecnologías de electrificación, incluidos vehículos eléctricos de batería. Este enfoque ampliará la adopción de procesos de desarrollo basados en modelos en toda la cadena de suministro, y aportará ganancias de eficiencia en el desarrollo y la producción.

En relación con la dirección estratégica general que Mazda está adoptando, el presidente Moro declaró: “La industria del automóvil está viviendo un cambio de proporciones sísmicas, de los que solo se producen una vez cada siglo. En ese contexto, en Mazda seguimos evolucionando para llevar nuestro “placer de conducir” a la próxima generación de vehículos. Todos los que formamos parte de Mazda hemos asumido el compromiso de alcanzar un equilibrio adecuado entre una gestión eficiente de la empresa y el desarrollo de tecnologías sostenibles capaces de aportar un valor único, independientemente de la escala de nuestras actividades”.

Estas estrategias se apoyan en tres innovaciones clave. Primero, el nuevo motor SKYACTIV-Z será el elemento central de toda una gama de vehículos Mazda de plataforma pequeña para la era de la electrificación. Unos vehículos adaptados a la normativa de emisiones Euro 7, con consumos muy ajustados y buenas prestaciones. Este motor hará su presentación en la próxima generación del Mazda CX-5, que llegará en 2027, combinado con el sistema híbrido propio de Mazda. El SKYACTIV-Z también servirá para simplificar nuestra gama de motores y el software de control, con mejoras evidentes en la eficiencia de desarrollo y fabricación.

La plataforma para vehículos eléctricos de batería que Mazda está desarrollando internamente destaca por su flexibilidad, en cuanto a equipos físicos y software, y abrirá la puerta a producir distintos tipos de baterías y modelos de vehículos. Mazda tiene previsto iniciar en 2027 la producción de su propio vehículo eléctrico de batería. Se fabricará en Japón y se comercializará a escala global. Las baterías se están desarrollando en colaboración con Panasonic Energy Corporation. El diseño de esta plataforma no pierde de vista las tecnologías futuras, para que Mazda se mantenga a la vanguardia de la innovación en vehículos eléctricos. Después del Mazda6e, se lanzará un nuevo modelo SUV eléctrico durante la segunda fase (2025-2027) del plan de Mazda para 2030.

La actual línea de producción de flujo mixto de Mazda, mejorada con Monozukuri Innovation 2.0, se utilizará también para los vehículos eléctricos de batería, lo cual reducirá la inversión de capital inicial en un 85% y el tiempo de preparación en un 80%, en comparación con la construcción de una nueva planta. Para conseguir más flexibilidad, en respuesta a los cambios en las tipologías de vehículos y en los volúmenes de producción, se recurrirá a instalaciones de producción con uso intensivo de AGV (vehículos de guiado automático). Adicionalmente, los inventarios en la cadena de suministro se reducirán de forma significativa gracias a un planteamiento innovador de adquisición de software específico y al uso de tecnologías OTA («over the air») para las fábricas. Con estas innovaciones, Mazda podrá mantener a largo plazo su compromiso de ofrecer a sus clientes coches con una conducción extraordinaria.