El Panda se hace Grande

Diseñado en el Centro Stile de Fiat en Turín y fabricado en la nueva planta de Stellantis en Kragujevac (Serbia), el Fiat Grande Panda supone la vuelta de la marca italiana al segmento B, a la que accede, curiosamente, con un modelo que tiene sus orígenes en el segmento A, el Panda de la década de los 80. En versiones eléctrica de 113 CV e híbrida de 100 CV y con un precio que parte de 25.450 euros para el primero y de 18.950 euros para el segundo, llega en marzo a los concesionarios. Por Juan Luis Franco

Inspirado en el Panda de los años 80 que diseñó Giorgetto Giugiaro, el Grande Panda mide 3.990 mm de longitud, 1.760 mm de anchura y 1.570 mm de altura; es decir, da el salto del segmento A, en el que militaba el Panda original, de 3.380 mm de longitud, al B, donde Fiat ha sido siempre uno de los referentes y en el que ha vendido, en Europa, más de 23 millones de unidades a lo largo de su historia. El Grande Panda utiliza la plataforma global multienergía Smart Car Platform estrenada, dentro del Grupo Stellantis, por el Citroën ë-C3, y se pondrá a la venta a partir del próximo mes de marzo en versiones eléctrica e híbrida.

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Pero, antes de entrar más a fondo en el modelo, durante la presentación, que tuvo lugar en Las Rozas (Madrid), el 25 de febrero, Artur Fernandes, director de las marcas Fiat & Abarth España y Portugal, habló del mercado y del Grupo Fiat. Del primero comentó la incertidumbre existente, ahora más sin Plan Moves, pero también afirmó que no recordaba algún año que no fuese duro. En este contexto, rememoró cuando General Motors, en 2004, tuvo que pagar cerca de 1.500 millones de euros para cancelar el acuerdo de compra de Fiat y como bajo la tutela de Sergio Marchionne vieron la luz modelos tan representativo como el Bravo, el 500 o el Grande Punto, lo que llevó a la compañía italiana a comprar Chrysler en 2011. También recordó el complicadísimo 2020 (Covid-19) y el 2022 (crisis de los microchips) y aseveró que la transición hacia el vehículo eléctrico es compleja, que el progreso es costoso y que, actualmente, hay competidores por todos lados, refiriéndose a los chinos. A pesar de todo, “Fiat tiene 125 años de historia y está y estará siempre junto a sus clientes”, y añadió “no sabemos vivir sin emociones”. 

Antes de terminar, apuntó que Fiat alcanzó unas ventas globales de 1,26 millones de unidades y que sus principales mercados fueron el latinoamericano, el europeo y el asiático, tras los que se sitúan el norteamericano y el australiano: Por países, destacó el liderato de la marca italiana en su propio país y en Turquía y Argelia.

Eléctrico o híbrido

Tras sus palabras, la presentación profundizó en la versión eléctrica del Grande Panda que, en versiones RED y La Prima, incorpora un motor de 83 kW (113 CV) de potencia, que transmite la potencia al eje delantero a través de una caja de cambios automática. Alcanza 132 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 11 segundos (4,2 segundos en el 0-50 km/h). Se alimenta de una batería de litio-ferrofosfato LFP de 44 kWh, que homologa 320 km de autonomía. Además de un puerto de carga trasero, incorpora un cable retráctil CA de 4,5 metros en espiral en un alojamiento específico bajo el capó (primicia en el segmento eléctrico) cuya función es, además de liberar más de 20 litros de espacio en el maletero, impedir que el usuario se manche. 

La carga, a 7kW, se completa del 20% al 80% en 4 horas y 20 minutos, si bien en función de las preferencias del cliente o los requisitos específicos del mercado puede escogerse un puerto de 11 kW en la parte trasera, con un tiempo de recarga del 20% al 80% en 2 horas y 50 minutos. Asimismo, incluye un puerto de carga rápida de CC en la parte trasera de 100 kW, que completa la carga en 27 minutos.

Por lo que se refiere a la versión híbrida, conjuga un motor tricilíndrico de gasolina 1.2 turbo de 100 CV con un acumulador de iones de litio de 48 voltios y una transmisión eléctrica de doble embrague eDCT de 6 velocidades, que incluye el motor eléctrico de 21 kW, un inversor y una unidad central de transmisión. Alcanza 160 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 10 segundos y su consumo medio oficial es de 5,4 l/100 km. La potencia eléctrica sirve para aumentar la flexibilidad a bajas revoluciones y durante la aceleración, además de proporcionar un arranque suave y silencioso 100% eléctrico. Asimismo, aumenta la eficiencia y la dinámica del vehículo, permite recuperar energía durante la desaceleración y apaga el motor de combustión en determinadas situaciones; por ejemplo, cuando se conduce de forma suave y a velocidad inferior a 30 km/h, proporcionando hasta 1 km de autonomía eléctrica. También se activa en condiciones estables, en carretera llana o en autopista con pendiente descendente, cuando se suelta el acelerador, lo que permite una demanda de potencia y una gestión de la batería eficientes.

Esta versión estará disponible en acabados Pop, Icon y La Prima. Tanto para el eléctrico como para el híbrido, la paleta de colores pasa por siete tonos: amarillo limón, bronce lunar, verde acqua, azul lago, rojo pasión, negro cinema y blanco gelato, que, según la marca, encarnan el colorido estilo de vida de los italianos y reflejan el ADN de Fiat.

Diseño neo-retro

En cuanto al diseño, como desveló el jefe de producto de Fiat, Javier Monreal, está inspirado en el Panda de los años 80 del siglo XX, lo que se ha conseguido gracias a su silueta cuadrada, frontal, zaga y llantas, que se combina con unos faros LED PXL, característica única y distintiva del diseño del Grande Panda. Se trata de una serie de elementos similares a píxeles que se extienden desde el centro de la parrilla superior hasta los faros, evocando el Tetris, icónico videojuego de la década de 1980, y las ventanas en forma de cubo del edificio Lingotto, antigua factoría de Fiat en Turín que contaba con 5 plantas. Partes y piezas entraban por la primera y subían en espiral hasta la quinta, al circuito ovalado donde se probaban los coches recién fabricados. 

Este diseño, al que Monreal denominó neo-retro, tiene continuación en el interior; por ejemplo, en la forma circular del salpicadero, en el óvalo que envuelve el cuadro de instrumentos de 10'' y la radio digital de 10,25" o en el que rodea la consola central, que recuerdan el circuito de pruebas del Lingotto. También el tapizado de los asientos, inspirado en los del Panda original.

Por lo que respecta a los materiales empleados en el interior, Fiat asegura que es la primera vez en la industria del automóvil que componentes de aluminio y plástico de los envases de cartón para bebidas se reciclan y se mezclan, lo que ha dado como resultado el plástico azul que recubre buena parte del Grande Panda, que contiene el material reciclado de 140 envases de cartón para bebidas. Igualmente, el revestimiento del salpicadero del Grande Panda La Prima está hecho con BAMBOX Bamboo Fiber Tex, un textil innovador y sostenible que contiene fibras de bambú reales.

ADAS, 500 y Grande Panda

En cuanto a equipamiento, el Fiat Grande Panda cuenta con un conjunto completo de Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS), que incluyen asistencia de estacionamiento con sensores traseros (y estándar en el sensor delantero y la cámara de visión trasera de La Prima), así como funciones de conducción asistida como control de crucero, limitador de velocidad, freno de seguridad activo y asistencia de mantenimiento de carril. 

Además, las alertas de peligro proporcionan información sobre el límite de velocidad y advertencias de atención al conductor, mientras que los sistemas de seguridad activa alertan sobre las puertas abiertas o el maletero. Todos estos ADAS son consecuencia de que no se renovase el Fiat 500 y se decidiese construir el Grande Panda, aseguró Artur Fernandes, pues era más barato diseñar un coche nuevo que equiparlo con estos sistemas, si bien también anticipó que el 500 Hybrid se volverá a producir y estará disponible en Italia a partir de noviembre y en España, en 2026.

Habitabilidad y manejo

El interior del Grande Panda es moderno y funcional y, aunque la calidad percibida no es sublime, principalmente por la abundancia de plásticos duros; en cambio sí es loable la sostenibilidad que aporta ese interior realizado con el 80% de material reciclado. Homologa 5 plazas, si bien detrás tiene espacio para dos adultos y un niño. Además, el espacio para las piernas no es demasiado amplio ni la anchura a nivel de los hombros. 

Delante, con volante y asientos que se ajustan en altura y longitud, es sencillo obtener una buena posición de conducción. Los mandos están bien agrupados en torno al conductor y dispone 13 litros de almacenamiento en el salpicadero, de los que 3 litros pueden encontrarse en un solo compartimento portaobjetos. Por lo que respecta al maletero, cubica 361 litros en la versión eléctrica y 412 en la híbrida, por encima de la media del segmento B. Los respaldos traseros son abatibles por partes asimétricas, aumentado significativamente la capacidad del maletero.

En el breve contacto con la versión eléctrica, el Grande Panda parece contar con unas suspensiones bien equilibradas, en las que el confort no está reñido con el agarre, mientras que la dirección eléctrica es bastante artificial y no transmite lo que sucede bajo las ruedas. El motor, muy progresivo, empuja con fuerza, aunque se deja oír levemente en el habitáculo, al carecer capó y motor de elementos insonorizantes. Además de la apuntada falta de espacio en las plazas traseras, únicamente eche de menos asideros en las delanteras. Habrá que esperar a una prueba a fondo para confirmar las primeras impresiones que, en general, fueron bastante buenas.