La Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), entidad que representa a más de 650 empresas del sector, ha expresado su disposición a contribuir de forma constructiva en relación al nuevo paquete de sanciones que la Unión Europea acaba de aprobar contra Rusia, coincidiendo con el tercer aniversario de la invasión a Ucrania y que contempla, entre otras medidas, restricciones al aluminio primario ruso.
AEA “quiere llamar la atención en relación a la situación actual del sector del aluminio” y pone el foco en la necesidad de trabajar juntos para afrontar los retos que se presentan.
En primer lugar, la asociación expresa su agradecimiento al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa por su continuo apoyo, colaboración y la fluida comunicación mantenida a lo largo de este proceso. La relación con el Ministerio es clave para poder abordar de forma conjunta los desafíos que enfrenta el sector y continuar avanzando en la defensa de los intereses de la industria del aluminio en España y Europa.
Sin embargo, el sector de transformación del aluminio se encuentra en un momento particularmente complejo debido a la confluencia de varios factores externos. Además de la aplicación del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) funcionando como un segundo arancel a la importación de primario, que puede suponer una pérdida de competitividad inasumible para el sector. "Nos enfrentamos también a la amenaza de aranceles adicionales por parte de Estados Unidos, derivados de las políticas comerciales del presidente Trump. A estos factores se suma la incertidumbre generada por el nuevo paquete de sanciones europeas a Rusia", señalan desde la entidad.
Mediante esta prohibición, se restringe el suministro de aluminio primario a la UE, que cuenta con una potente industria transformadora. Se trata de un material estratégico para la competitividad, tanto de España como de Europa y para la industrialización del continente, que sigue siendo uno de los principales objetivos de la política económica de la UE. La industria del aluminio desempeña un papel fundamental en la descarbonización a través de sectores clave como la edificación, la automoción, el transporte o las energías renovables, y resulta esencial para el fortalecimiento de la soberanía industrial de la región.
En este sentido, señalan que no pueden obviar la preocupación del sector por la elusión de las sanciones, no debería ser posible que el aluminio primario ruso, cuya importación primero sufrirá restricciones y posteriormente será prohibida en Europa, termine llegando transformado y sin aranceles al mercado europeo a través de Turquía, que se suministra de Rusia, China e Irán. Es fundamental que se tomen medidas para evitar esta situación, de manera que las sanciones tengan un impacto real y no se diluyan a través de intermediarios, mientras se daña a la industria transformadora europea.
La AEA reitera su compromiso de seguir trabajando de manera proactiva, en estrecha colaboración con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, con el objetivo de proteger los intereses de la industria del aluminio, fortalecer la competitividad de las empresas y contribuir a la construcción de una Europa más industrializada, competitiva y autosuficiente. En consecuencia, ahora más que nunca, es prioritario que las administraciones respalden la transformación del sector, tanto a través de políticas que impulsen la circularidad, como en la futura ley de industria y autonomía estratégica, reconociendo el rol que juega el aluminio.
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