“Estamos haciendo más invirtiendo lo mismo”

AutoRevista.- En un entorno de extrema complejidad, Volkswagen Navarra ha fabricado el mayor número de unidades en solo día desde 2011 y está creando empleo, ¿cuáles son las claves de este rendimiento en un escenario tan adverso?

Miguel Ángel Grijalba.- Creo que lo más importante es la adaptabilidad y también la flexibilidad. No sabíamos cómo iba a ser la recuperación después del confinamiento y la parada obligada de producción en la fábrica, pero, en todo momento, fuimos conscientes de que todo aquello que nos demandara el mercado había que aprovecharlo. El aumento de demanda nos ha sorprendido a nosotros mismos, aunque hay que tener en cuenta que el tipo de vehículos, utilitarios de tamaño pequeño, que fabricamos se ve un tanto beneficiado en este contexto de crisis generalizada. Por otro lado, tenemos unas grandes medidas de flexibilidad pactadas en el convenio colectivo, que pusimos en marcha muy rápido, de manera que fuimos incorporando de forma paulatina el primer, segundo y tercer turno, a los que se unieron un total de 450 trabajadores eventuales. Este refuerzo repartido entre los turnos permitió poner en marcha un desplazamiento de pausas, que nos ha llevado a esa producción récord en un solo día. Récord conseguido también porque el año pasado habíamos aumentado la velocidad de la línea, lo que posibilitaba fabricar 30 coches más por día, con lo que hemos podido llegar a las 1.581 unidades en 1.440 minutos del día, sin parar ni un minuto la línea. Es un reflejo de la productividad sin perder de vista los ratios de comparativa con otras plantas del Grupo que, en determinados momentos, optan también a producir los modelos que hacemos aquí.

AR.- También influye la buena acogida de Polo y T-Cross, sobre todo en Europa, ¿no es así?

M.A.G.- Principalmente en Europa, pero no solo porque enviamos nuestros productos a mercados como Indonesia. Nuestros vehículos se exportan a unos 100 países. Es cierto que para el T-Cross los mercados principales siguen siendo Alemania, Francia, Italia o Reino Unido, y España que representa entre un 10 y un 11% de nuestra producción. Tenemos, en ese sentido, la producción muy repartida, lo que es algo muy positivo en esta época de fronteras cerradas, diferencia de mercados según confinamiento y crisis de diversa índole. Es complicado suministrar a tal diversidad de mercados, pero también es beneficioso para diversificar.

AR.- Esta diversidad exportadora adquiere mayor relevancia teniendo en cuenta que el Polo y el T-Cross también se fabrican en otras plantas del Grupo.

M.A.G.- Así es y es beneficioso porque te obliga a estar alerta para mantener los ratios al máximo para que cuando se tengan que asignar producciones, que nadie dude de que si hay que hacer un coche más que se haga en Pamplona.

AR.- Se prolonga la larga historia que relaciona a Volkswagen Navarra con el Polo.

M.A.G.- Las perspectivas de futuro son buenas. El Polo es un modelo que se está vendiendo bien y la generación que estamos fabricando ahora tendrá un facelift en 2021, al que se unirá un tercer modelo, un CUV (compact/crossover utility vehicle), que completará la gama del Polo y sus derivados. De este tercer modelo, ya estamos fabricando las primeras preseries para lanzarlo después del próximo verano. Esto nos va a permitir tener ocupada la máxima capacidad posible de la fábrica.

AR.- ¿Cómo se está viviendo en la factoría la revolución interna de pasar de uno a tres modelos que usted lleva capitaneando en los últimos cinco años?

M.A.G.- Pues es cierto que se trata de una revolución. Estábamos acostumbrados a un solo modelo, lo que te hace estar muy especializado con unos procesos muy estables. Cuando se introduce un segundo modelo, se analiza si dividir la planta en segmentos o mantener el esquema de un único segmento, combinando tanto equipos como instalaciones. De cara al próximo tercer modelo, el cambio, como sucede en las familias, no va a ser tan grande como cuando pasamos de uno a dos. Una vez que hemos visto como producir bien dos, el paso a fabricar tres lo tenemos claro. Buscamos la máxima estandarización de procesos, pues los tres modelos se fabricarán sobre la misma línea, y el mantenimiento de la máxima flexibilidad para dar respuesta a los mixes de ventas de muy diversos países. Estamos preparándonos para reaccionar a cambios rápidos de demanda. Por poner un ejemplo, de la planificación inicial prevista para el T-Cross de 700 unidades diarias, hemos pasado a más de 800, gracias a optimizaciones internas, fruto de las ideas de los trabajadores. Estamos haciendo más invirtiendo lo mismo.

AR.- ¿Qué beneficios se derivan de la inversión específica de 25 millones para ergonomía?

M.A.G.-  Cuando se va a trabajar con tres modelos diferentes tanto en longitudes como en alturas, los modelos físicamente son distintos, pero las personas siguen siendo iguales. Esas personas tienen que poder trabajar de forma igual ergonómicamente en cada uno de los tres modelos. Estamos enfocando muchos esfuerzos para prevenir y para que el trabajo sea lo más adecuado posible.

AR.- ¿Cómo sigue afrontando Volkswagen Navarra el capítulo del absentismo, sobre el que incluso se ha subido un video de concienciación en la web de la empresa?

M.A.G.-  En línea con el Grupo, estamos trabajando mucho todo aquello que tiene que ver con los valores, que no solo definimos, sino que vivimos. Uno de ellos es la transparencia, sin dulcificar ni ocultar nada. Cuando volvimos a la actividad tras el confinamiento, tuvimos que explicar muy claramente a la plantilla la problemática derivada de la liquidez en relación a costes fijos y salarios. Explicar el concepto de liquidez mediante un video funcionó muy bien, por lo que decidimos extrapolar la experiencia al absentismo, que es una asignatura pendiente para nosotros frente al resto de ratios en muchos de los cuales brillamos con mucha luz.

Esperamos que para 2021, mediante un paquete de medidas que estamos acordando con la representación social, consigamos entre todos revertir esta situación.

AR.- ¿Cómo se posiciona Volkswagen Navarra en relación al concepto Industria 4.0 en la mejora de procesos?

M.A.G.- Por la cercanía de muchos pequeños suministradores, lo que considero un factor diferencial de competitividad para España y para Navarra, con los que hemos adquirido un importante know how, al que unimos el de nuestra relación con la Universidad de Navarra y centros tecnológicos de la Comunidad Foral, disponemos de un alto número de mecanismos de mejora en calidad, productividad, que se basan en la filosofía de la Industria 4.0. Puedo citar un medidor de espesores de pintura a través de terahercios, innovador a nivel mundial; un túnel de visión artificial de defectos; el control de la calidad de puntos de soldadura, aprendiendo de logaritmos de inteligencia artificial; la monitorización electrónica y con PDAs del control de calidad del vehículo; el tratamiento con técnicas de Big Data y análisis de información de procesos y producto…  

También podríamos hablar de la monitorización en tiempo real, accediendo mediante teléfono móvil, lo que nos permite saber, en cada segundo, por dónde se está moviendo un vehículo en concreto. Este avance tecnológico simplifica nuestra tarea, a la vez que nos permite mejorar aún más los procesos y sistematizar mucho más los análisis.

AR.- En relación a la importancia de la relación con los proveedores, ¿cómo ha fomentado Volkswagen Navarra esta vertiente en los últimos años, impulsando, además, el clúster de la industria navarra de automoción ACAN?

M.A.G.-  Está siendo una experiencia, a todas luces, positiva. Siempre he defendido que España es en el sector de la automoción lo que es gracias no solamente a los fabricantes. Esos fabricantes han cimentado también parte de su fortaleza en una red de proveedores muy sólida. Hay grandes Tier 1 de marca española que están presentes en todo el mundo y suministran a todos los grandes constructores mundiales, Todo el conocimiento aprendido de los diferentes fabricantes de vehículos revierte en los centros de ingeniería existentes en España. Esos y otros beneficios comunes gestionados a través de un clúster como ACAN se traducen en dos grandes ventajas. Por un lado, interactuamos mucho más directamente y en un marco diferente al del trabajo cotidiano. En el clúster hay una búsqueda de la permanencia en el tiempo, a la vez que se generan importantes sinergias. También destacaría la contribución a que proveedores de tamaño medio y pequeño se hayan postulado y, en determinados casos, adjudicado piezas para modelos de otras plantas del Grupo. Les animamos a que crezcan también más allá del Grupo Volkswagen para reducir su dependencia y diversifiquen sus negocios.

Por citar otro ejemplo de efectos beneficiosos, y en el actual contexto de la COVID-19 gracias al clúster conseguimos aprovisionarnos de mascarillas FFP2 de origen chino para reanudar la actividad de la fábrica en abril. Sin el nexo de unión de ACAN, lo habríamos tenido más complicado. Resulta gratificante poder contar con un clúster en el que compartir estas experiencias.

AR.- ¿Veremos algún modelo electrificado en las líneas de producción de Volkswagen Navarra a medio plazo?

M.A.G.- Seguro que veremos un modelo electrificado en Volkswagen Navarra. Antes o después, nuestra factoría se convertirá en una planta de vehículos con algún tipo de propulsión eléctrica. El hecho de ser capaces de fabricar tres modelos sin perder capacidad productiva, nos posiciona muy bien para postularnos de cara a la adjudicación de vehículos eléctricos. En el Grupo Volkswagen, la electrificación está empezando y puede parecer que la compañía se ha incorporado tarde a esta tendencia, pero sí lo ha hecho con muchísima fuerza y un saber hacer que va a beneficiarnos a la hora de aplicar un gradiente tremendo a la curva de electrificación.  También nos beneficiaremos de las buenas prácticas de otras plantas del Grupo, lo que nos permitirá, en Volkswagen Navarra, hacer un cambio más rápido hacia la electrificación.

“Uno está hecho de todo con lo que le ha tocado rozarse”

Cuando cumple 25 años en el Grupo Volkswagen, Miguel Ángel Grijalba confiesa que “no puedo dejar de decir que estoy satisfecho. Nunca he perseguido un objetivo a largo plazo. He preferido enfrentarme a cada reto, tratándolo de hacer lo mejor posible, sin pensar si eso se iba a traducir en un paso en mi carrera profesional. En esta profesión, me ha tocado hacer, como suele decirse, de todo y que reconozcan tu trabajo, se agradece. Me ha llenado mucho que mis compañeros en la factoría, cuando se ha conocido el premio que se me otorgaba, me hayan felicitado. En una plantilla tan grande, no se puede conocer, de forma pormenorizada a todos, y agradezco mucho la valoración de muchas personas que cada día están ocho horas a pie de línea. Me gusta mucho la producción y he procurado estar lo más cerca posible de ella, aunque también he desempeñado otras tareas. Comprobar el aprecio de las personas que trabajan en el taller ha sido muy gratificante”.

Miguel Ángel Grijalba procura estar siempre próximo a la actividad de todos y cada uno de los talleres de fabricación de Volkswagen Navarra. “La fabricación es repetitiva y puede resultar monótona porque los procesos han de ser muy estables para tener una homogeneidad de calidad con independencia del turno y la hora en se fabrique cada coche. Este año hemos llevado a la práctica el programa “Vivir la producción”, en el que las personas que formamos el equipo directivo de la fábrica hemos pasado distintos turnos de ocho horas en la línea de producción. Volver a la línea de producción, desde mi posición de jefe, te lleva al origen y a explicar el ser de Volkswagen Navarra, donde fabricamos un coche cada 54, 6 segundos”.

Fuera de sus responsabilidades laborales, Grijalba encuentra su soporte “en mi familia y en el deporte”. Padre de cuatro hijos, afirma que “uno está hecho de todo con lo que le ha tocado rozarse, así que lo principal es disfrutar de la familia y hacer deporte para mantener en forma el cuerpo”