La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) se ha mostrado “profundamente preocupada” por el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles adicionales al sector. Advierten que esta medida “llega en un momento decisivo para la transformación de nuestra industria y a medida que aumenta la feroz competencia internacional”.
“Los fabricantes de automóviles europeos llevan décadas invirtiendo en Estados Unidos, creando puestos de trabajo, fomentando el crecimiento económico en las comunidades locales y generando enormes ingresos fiscales para el gobierno estadounidense”, ha declarado la directora general de ACEA, Sigrid de Vries. “Instamos al presidente Trump a considerar el impacto negativo de los aranceles no solo en los fabricantes mundiales de automóviles, sino también en la fabricación nacional estadounidense”.
Los aranceles no solo afectarán a las importaciones en los EE. UU., una penalización que probablemente pagarán los consumidores estadounidenses, sino que las medidas sobre las piezas de automóviles también perjudicarán a los fabricantes de automóviles que producen automóviles en los EE. UU. para los mercados de exportación. Los fabricantes europeos exportan entre el 50% y el 60% de los vehículos que fabrican en EE.UU., lo que supone una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense. “La UE y EE.UU. deben dialogar para encontrar una solución inmediata que evite los aranceles y las consecuencias perjudiciales de una guerra comercial”, declaran desde ACEA.
ANFAC ha emitido un comunicado en el que señala que “las marcas de automóviles son operadores globales. Operamos en todos los continentes respetando las reglas del comercio internacional. Ninguna batalla comercial beneficia al consumidor ni a la industria, de ninguna de las partes afectadas. Por ello desde ANFAC rechazamos las medidas proteccionistas ayer anunciadas".
En todo caso, este tipo de situaciones recuerda que, tal y como defiende ANFAC, es fundamental contar con un mercado español y europeo fuerte que tenga cada vez más autonomía estratégica para evitar que el cliente sufra las consecuencias de las batallas arancelarias. Por eso, "ANFAC trabaja en que, al igual que debe hacer la UE, España se dote de una Hoja de Ruta estratégica, un Plan España Auto 2030, que garantice la posición dominante de la industria del automóvil española en Europa y a nivel global y mantenga nuestra competitividad y nuestros empleos".
"En este sentido, las medidas arancelarias anunciadas por EE. UU. para gravar a todos los vehículos hechos fuera del país tienen un impacto limitado, por el momento. Desde España no se exportó ningún vehículo a EE. UU. en 2024 y todo apunta a que en 2025 continuemos por esta línea. Por tanto, la afectación sería muy limitada en este sentido para las fábricas españolas de automoción”.
CLEPA insta a los responsables políticos a priorizar las soluciones sobre las barreras comerciales. La cooperación regulatoria y los estándares mutuos mejorarían la competitividad a ambos lados del Atlántico. Desde la asociación europea de proveedores, remarcan que la cadena de suministro transatlántica de la industria automotriz está profundamente entrelazada y sustenta a miles de empresas y empleos en Europa y Norteamérica. Los aranceles proteccionistas amenazan con desmantelar esta larga alianza, interrumpiendo el flujo de mercancías, incrementando los costos de producción y, en última instancia, impulsando el precio de los automóviles para los consumidores.
Matthias Zink , presidente de CLEPA, afirmó que "la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% a los automóviles de pasajeros y vehículos comerciales ligeros no estadounidenses, a partir del 2 de abril, es errónea y perjudicial para todos, incluso para Estados Unidos. La fabricación moderna de vehículos no se limita a las fronteras nacionales. Los componentes suelen cruzar fronteras varias veces antes del ensamblaje final, ya sea en EE. UU. o en la UE. Las cadenas de valor transatlánticas de la automoción están hoy profundamente entrelazadas. Estos aranceles proteccionistas corren el riesgo de romper una alianza comercial construida durante décadas, que sustenta a miles de empresas y miles de empleos en Europa y América del Norte. Este no es solo un problema europeo. Es una amenaza para la resiliencia económica e industrial del mundo occidental. Un acuerdo con visión de futuro entre la UE y EE. UU. sobre cooperación regulatoria y estándares mutuos fortalecería la competitividad a ambos lados del Atlántico. El proteccionismo solo retrasa el progreso; la colaboración lo impulsa".
Desde SERNAUTO alertan del fuerte impacto que esta medida podría tener sobre la industria europea de fabricación de piezas u componentes. “Como industria global que somos, los proveedores de automoción presentes en España diseñan, fabrican y suministran componentes a más de 170 países, incluidos Estados Unidos y todos los que componen la Unión Europea”, explican.
En el caso de que se impongan aranceles también a determinados componentes, la medida anunciada repercutirá de forma estructural en la cadena de suministro transatlántica. Por lo que se ha podido conocer hasta el momento, esta medida afectaría tanto a exportaciones directas desde España como a vehículos con componentes españoles integrados producidos en Alemania, Francia o México.
Concretamente, en España, en 2024, Estados Unidos fue el octavo socio comercial del sector de proveedores de automoción, con una cifra de facturación de 1.021 millones de euros. En el contexto global, suponen el 4% de la cifra total de las exportaciones. Aunque dicho porcentaje no es alto, es un mercado estratégico, con alto valor añadido y dependencias indirectas clave.
La Unión Europea es el principal destino de las ventas españolas de la industria de proveedores, con un volumen de 16.655 millones de euros, representando más del 65% del total. Los principales socios comerciales dentro la Unión Europea fueron Alemania (3.950 millones de euros) y Francia (3.840 millones de euros). “En un sector como este, caracterizado por su nivel de globalización, con cadenas de suministro interrelacionadas, cualquier tipo de restricción a los intercambios comerciales tiene un claro impacto”, advierten desde SERNAUTO.
Además, la industria española de componentes cuenta con una importante implantación productiva en países como México, para cubrir el abastecimiento y necesidades de la industria local. El establecimiento de aranceles les afectaría, directa e indirectamente, ya que es importante tener en consideración que la industria automotriz en México es una de las principales partidas, de mayor valor comercial, de las exportaciones de esta economía a EE.UU. En consecuencia, sería de las más afectadas por la aplicación de aranceles.
“La imposición de aranceles genera pérdidas para todos los actores involucrados, afectando la competitividad y el equilibrio del mercado. Medidas de proteccionismo en unas economías conllevan medidas similares en sus socios comerciales, lo cual conlleva el encarecimiento de los productos afectados y perjudica a las industrias implicadas. En este contexto, es fundamental adoptar un enfoque pragmático y priorizar la vía negociadora para encontrar soluciones que minimicen impactos negativos y favorezcan un comercio justo y equilibrado”, argumentan.
AVIA, el Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunidad Valenciana comparte la preocupación del conjunto de clústeres españoles y europeos ante el anuncio del presidente de Estados Unidos. "Es importante destacar que los fabricantes europeos llevan décadas invirtiendo en Estados Unidos y son parte del crecimiento de ese país. Tanto los fabricantes como los proveedores de automoción han participado desde hace décadas en el crecimiento económico en las comunidades locales y han generado cuantiosos ingresos fiscales para el gobierno estadounidense".
“Desde AVIA, como desde el conjunto del sector, consideramos que estos aranceles podrían tener un impacto negativo, no sólo en los fabricantes de automoción y la cadena de suministro, sino en toda la industria estadounidense”, han confirmado fuentes de AVIA. “Estamos convencidos de que los aranceles a las importaciones son una penalización que, probablemente pagarán los consumidores estadounidenses, y también serán perjudiciales para los fabricantes que producen automóviles en Estados Unidos”.
“Los fabricantes europeos exportan entre el 50 % y el 60 % de los vehículos que fabrican a Estados Unidos, lo que supone una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense”, han recordado fuentes de AVIA. “Desde AVIA consideramos que la Unión Europea debe reforzar sus esfuerzos para revertir estas decisiones y, al mismo tiempo, trabajar para fortalecer la industria de automoción europea, y por ende española y valenciana”.
Reducción de competitividad
Faconauto recuerda que el sector de la automoción europeo mantiene una sólida relación comercial con Estados Unidos. La introducción de un arancel adicional del 25% reducirá previsiblemente la competitividad de los vehículos europeos en el mercado estadounidense, lo que afectará no solo a los fabricantes, sino también a toda la red de suministro y comercialización vinculada al sector. "España, como segundo fabricante de vehículos de la Unión Europea y con un tejido industrial altamente integrado en la cadena de suministro europea, se verá afectada de manera indirecta pero relevante. Las plantas españolas de componentes suministran a fabricantes que operan en todo el continente y que destinan una parte de su producción al mercado estadounidense. Una caída en la demanda en este mercado podría tener efectos sobre la actividad de estas empresas, sobre el empleo y sobre futuras decisiones de inversión".
Desde Faconauto añaden que los concesionarios también forman parte esencial de esta cadena de valor y podrían verse impactados por posibles ajustes en la disponibilidad de determinados modelos o en las decisiones estratégicas de las marcas a medio plazo. La red de distribución necesita certidumbre y estabilidad para seguir avanzando en la transformación digital y en la movilidad sostenible que demanda el consumidor.
Faconauto se suma al llamamiento a la prudencia realizado siempre por las instituciones europeas y respalda cualquier vía de diálogo que permita evitar una escalada comercial que sería perjudicial para ambos bloques. En este contexto, resulta esencial reforzar la interlocución con el sector, anticipar escenarios de impacto y activar, si fuera necesario, medidas de apoyo específicas que permitan mantener la competitividad del tejido productivo y comercial de la automoción en nuestro país. Asimismo, la patronal entiende que la Comisión Europea, ante esta situación, debe acelerar la implementación del Plan de Acción para el Sector de la Automoción, anunciado el pasado 5 de marzo tras el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Industria del Automóvil. Este plan establece un marco concreto de actuaciones para reforzar la autonomía industrial europea, apoyar la transformación verde y digital del sector y mantener su liderazgo global en un entorno cada vez más tensionado desde el punto de vista geopolítico y comercial.
Por último, desde un constructor de vehículos, Ineos, sostienen que " el presidente Trump ha sido muy claro en su intención de implementar aranceles a la industria automovilística. Ha pedido equidad y reciprocidad, pero los líderes europeos no se han sentado a la mesa para negociar una mejor solución. El gobierno estadounidense también ha sido claro sobre las consecuencias de la falta de compromiso. Esto no debería sorprender a nadie en la UE, y podría y debería haberse evitado".
Lynn Calder, consejera delegada de Ineos Automotive, afirma que "esto es lo que ocurre cuando los políticos se cruzan de brazos. Como marca de automóviles en crecimiento con sede en la UE, somos vulnerables a los aranceles y necesitamos que nuestros políticos apoyen nuestras empresas, nuestros empleos y nuestras economías. Necesitamos una intervención política urgente y directa en materia de aranceles. Ofreceremos todo el apoyo posible a nuestros líderes políticos para que se mantengan las reglas del juego incluso para marcas pequeñas y competitivas como Ineos. Pero necesitamos ver acciones por parte de los políticos de la UE: solo ellos están en condiciones de abordar el problema. Afortunadamente, hemos estado planeando la aplicación de aranceles, pero tenemos un límite a lo que podemos hacer para proteger a los consumidores estadounidenses de las subidas de precios."
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Carta del Director de AutoRevista 2.400